03.03.2025
La inmersión profunda en Eureka de Ardbeg. Una historia de amor, resistencia y turba.
Ardbeg-Eureka-Committee-Release-Whisky-Launch
Introducción
Pocas destilerías pueden presumir de una historia tan tumultuosa y emocionante como Ardbeg. Es un relato de altibajos extremos, siempre respaldado ferozmente por la base de seguidores más dedicada del mundo del whisky escocés. Hay tanto que contar sobre esta destilería única y las razones detrás de su estatus icónico que es imposible cubrirlo todo en un solo artículo. Pero embarquémonos en un viaje a través de su fascinante y legendario pasado.
En 1887, Alfred Barnard, en su libro Las destilerías de whisky del Reino Unido, escribió:
“La destilería Ardbeg está situada en la costa sureste de la isla, en un lugar solitario al borde mismo del mar, y su aislamiento tiende a realzar el sentido romántico de su posición.”
Sorprendentemente, estar frente a la destilería 138 años después sigue evocando las mismas emociones. El aire frío y salino de Islay transmite un profundo sentido de pertenencia, la sensación de estar en un rincón extraordinario del mundo donde la presencia humana parece un privilegio otorgado por la propia naturaleza.
Este dominio de la naturaleza debe entenderse en su contexto, obligándonos a pensar en Islay como era, no como es. Acompáñame mientras nos sumergimos en la historia de Ardbeg.
Un Viaje Profundo a la Historia de Ardbeg
La historia oficial de Ardbeg comienza en 1815, pero sus verdaderos orígenes se remontan mucho más atrás, a la era de la destilación ilícita, donde todo comenzó. El primer impuesto sobre el whisky se introdujo en 1644, durante la Guerra Civil Inglesa, con el fin de generar ingresos, lo que llevó inadvertidamente a un auge de la destilación ilegal. Para ponerlo en contexto, el primer inspector de impuestos fue nombrado en Islay en 1794, es decir, 150 años después. La destilación ilícita era la norma, y durante más de un siglo y medio, la ubicación remota y escarpada de Islay proporcionó la cobertura perfecta.
En 1815, mientras Napoleón Bonaparte era derrotado en la Batalla de Waterloo, John MacDougall de Ardbeg estableció su destilería como una operación legítima. Así nació oficialmente Ardbeg.
La Ley de Impuestos de 1823 redujo a la mitad los aranceles sobre el whisky e incentivó a muchos destiladores ilegales a legalizarse. Esto condujo a un período de crecimiento para las destilerías de Islay. Sin embargo, el camino no fue fácil. En la década de 1840, las destilerías de las Tierras Bajas obtuvieron ventaja debido al combustible más barato y mejores rutas logísticas, dejando a las destilerías de Islay, incluida Ardbeg, luchando contra una larga crisis.
En ese entonces, el whisky escocés se consumía típicamente como “new make” (whisky sin añejar, directo del alambique), lo que provocaba una calidad inconsistente y, a menudo, inferior. Sin embargo, dos cambios legislativos clave pronto transformarían la historia del whisky escocés:
La Ley Mackenzie de 1853 permitió que los whiskies de malta se mezclaran mientras aún estaban bajo control fiscal, y la Ley de Espirituosos de 1860, promovida por William Gladstone, permitió la primera mezcla legal de whisky de malta y de grano. Estos cambios brindaron mayor consistencia y variedad al whisky escocés, impulsando su popularidad.
Para la década de 1860, había comenzado una era dorada para las destilerías de whisky, y el whisky de Islay, con sus sabores distintivos, ganó fama tanto por su singularidad como por su versatilidad, lo que lo convirtió en un producto muy solicitado por los mezcladores. A pesar de los altibajos del mercado, Ardbeg soportó las tormentas relativamente bien, alcanzando la cima de su prosperidad en 1900.
Sin embargo, justo cuando la industria del whisky alcanzaba su apogeo, los vientos comenzaron a cambiar. A finales del siglo XIX, los whiskies de malta de Islay cayeron en desgracia, ya que los mezcladores comenzaron a gravitar hacia los perfiles más florales y ligeros de los whiskies de Speyside. El siglo XX trajo consigo nuevos desafíos.
En 1909, el Primer Ministro David Lloyd George aumentó la tarifa de licencia de las destilerías y, como partidario del movimiento de la templanza, también incrementó anualmente los impuestos sobre los licores, lo que redujo el consumo y las ventas.
Cuando comenzó la Primera Guerra Mundial, la industria del whisky enfrentó escasez y restricciones. La prohibición en los Estados Unidos agravó aún más la dificultad de Ardbeg para exportar. Durante los años de entreguerras, las crisis económicas, los cambios de propiedad y la inestabilidad continua redujeron la fuerza laboral de la destilería a solo tres empleados en 1932.
Pero, como dicen, siempre es más oscuro antes del amanecer, ¿verdad? En 1933, la prohibición terminó, lo que generó un período de optimismo. Pero tan rápido como llegó, la Segunda Guerra Mundial trajo consigo más escasez, altos impuestos y mayores dificultades de producción. A pesar de la drástica reducción en su producción, Ardbeg logró mantenerse a flote suministrando whisky para mezclas de otras compañías (como John Haig & Co, Dewar & Sons, William Grant & Sons).
Entre 1941 y 1943, la destilería estuvo prácticamente cerrada, operando solo unas pocas semanas al año.
En 1958, se fundó Ardbeg Ltd, marcando el inicio de años más estables para la destilería. La producción y los ingresos crecieron de manera constante, con la mayor parte del whisky destinado a mezclas. Para 1973, Ardbeg comenzó a obtener parte de su cebada malteada de otros proveedores para satisfacer la creciente demanda. En 1977, Hiram Walker adquirió el control total de Ardbeg, aunque la destilería cerró nuevamente en 1981 debido a las dificultades persistentes.
Ardbeg permaneció cerrada desde 1981 hasta 1989, en riesgo de convertirse en otra víctima del volátil mercado del whisky escocés. Pero en 1989, Allied Distillers Ltd compró Ardbeg, y en 1997, Glenmorangie plc adquirió la destilería. Bajo la gestión de Glenmorangie, Ardbeg comenzó su resurgimiento, con el Dr. Bill Lumsden y Stuart y Jackie Thomson como figuras clave en la restauración de su legado. A esto siguió una serie de lanzamientos legendarios, junto con la apertura de un nuevo centro de visitantes.
En 2004, LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy) compró Glenmorangie plc, y Ardbeg pasó a formar parte del portafolio del grupo de lujo. La destilería entró en su capítulo más exitoso, bajo la supervisión de Mickey Heads, un local y una figura muy respetada en la industria del whisky.
El Comité de Ardbeg
En el año 2000, se estableció el Comité de Ardbeg, un grupo apasionado de entusiastas del whisky dedicados a apoyar la destilería.
La misión del Comité era clara:
El Comité de Ardbeg establece de manera explícita su propósito y objetivos.
“No importa cuán cerca o lejos estén, nuestros miembros comparten un propósito común: celebrar el renacimiento de Ardbeg y servir tragos a aquellos privados del conocimiento sobre el Ultimate Islay Malt Whisky.
El comité se establece con el objetivo de promover el avance del conocimiento general y el disfrute de Ardbeg.
Se espera que los miembros persigan activamente un deber serio y altruista: traer a otros al mundo de Ardbeg. El resultado del esfuerzo colectivo es aumentar el consumo mundial, asegurando así que las puertas de la destilería de Ardbeg NUNCA SE CIERRAN OTRA VEZ.”
La Percepción de Crisis en el Auge del Whisky
A pesar del ascenso de la destilería a la prominencia, Ardbeg ha enfrentado algunos desafíos recientes. En los últimos años, se ha desarrollado una brecha entre la destilería y sus seguidores más leales. Los fanáticos comenzaron a sentir que la destilería estaba perdiendo el rumbo, con algunos lanzamientos especiales poco impresionantes y un fuerte aumento de precios, enfocándose en lo que se percibía como un destilado más joven en grandes volúmenes.
Lanzamientos recientes como Ardcore, Heavy Vapours y Spectacular fueron recibidos con cierta decepción, dejando a muchos seguidores de Ardbeg cuestionando si la destilería seguía comprometida con honrar la esencia de su destilado y la profunda conexión con su base de fanáticos leales, que ha sido la clave de su éxito.
La percepción de que Ardbeg ahora ofrece un sólido catálogo principal, lanzamientos especiales mediocres y ediciones limitadas sobrevaloradas ha comenzado a erosionar parte de su legado. Sin embargo, sigue contando con la base de fanáticos más leal en el mundo del whisky, y a pesar de algunas diferencias, los seguidores de Ardbeg han permanecido firmes y vocales en su apoyo.
El Eureka
En 2025, el Comité de Ardbeg celebrará su 25° aniversario, mientras la destilería, junto con la industria del whisky escocés, enfrenta los desafíos de un mercado volátil. Durante el Ardbeg Day 2023, 100 miembros seleccionados del Comité, provenientes de 15 países, participaron en "Operación Smokescreen", donde cataron y debatieron sobre cinco muestras diferentes. Esto resultó en la creación del Ardbeg Eureka Committee Release, un whisky que encarna las preferencias del Comité.
El momento Eureka representa la realización de que la clave del éxito futuro de Ardbeg reside en su comunidad de apasionados seguidores. En cierto sentido, el Comité refleja el Viaje del Héroe de Campbell, donde el héroe descubre que la fuerza para superar los desafíos siempre ha estado dentro de él, en la forma de su círculo cercano de seguidores.
Como dijo Jackie Thomson: "El Comité ha sido el alma de Ardbeg durante un cuarto de siglo. No encontrarás un grupo más apasionado de amantes del whisky ahumado en ningún otro lugar. Ardbeg Eureka es una recompensa digna para la dedicación de nuestros miembros".
Notas de Cata – Ardbeg Eureka Committee Release
Embotellado al 52.2% ABV, este lanzamiento exclusivo para el Comité es una combinación de barricas de jerez PX y espíritu de malta tostada madurado en barricas de bourbon.
- Nariz: El perfil característico de Ardbeg brilla con fuerza—rico, oscuro, con notas de caramelo y toffee, butterscotch, pasas y la inconfundible brisa marina y fogata de turba.
- Paladar: El jerez PX aporta profundidad sin eclipsar el destilado. Se perciben castañas, agua de mar y un pastel de limón con vainilla, seguidos por un lado más fresco y afrutado con ciruelas, musgo y ceniza fría.
- Final: Un final largo y persistente, con una hermosa fusión de frutas, mar, humo y caramelo. Los sabores permanecen, y hacia el final surge un ligero toque especiado.
Trayectoria Futura
El Eureka es lo que todos esperamos que sea un punto de inflexión para Ardbeg, el momento en que el Comité vuelva a ser la brújula que guíe la dirección de la destilería en las turbulentas aguas de la industria del whisky escocés. Sin embargo, el Eureka es solo el emocionante instante de descubrimiento y realización, aún no la cura definitiva para la crisis que podría arrastrar a Ardbeg a otra era oscura, ya que todavía queda mucho trabajo por hacer para que este cambio sea real.
Como miembro del Comité, me uno a 180,000 amantes de Ardbeg en todo el mundo, no solo como espectadores, sino como participantes activos en el futuro de una destilería que sentimos como nuestra. El destilado está ahí, la base de fanáticos es fuerte, y el éxito del Comité dependerá de su capacidad para escuchar, adaptarse, innovar y, lo más importante, mantenerse auténtico.
Larga vida al Comité. Larga vida a Ardbeg.
Sobre el autor
Davide Ansalone
Davide Ansalone, Indie bottler, photographer, influencer, tasting host and marketing campaigns manager. Davide Ansalone, also known by his pseudonym Whisky Munich, is a multifaceted figure who has managed to stand out in various areas of the whisky world. He began his journey in this fascinating sector in 2010, and since then, he has deeply immersed himself in all aspects of the whisky industry. His passion for this liquor goes beyond simple appreciation, encompassing tasting and analysis as well as content creation and involvement in commercial projects.
Al autor